martes, 17 de enero de 2012

Internacional: India: Kulfi de Canela y Naranja

Adoro la canela y la utilizo prácticamente a diario (sobre todo en el café). Pero el caso es que la aplico muy poco en mis postres y el otro día decidí que no podía seguir así. Además tenía unas ramas de canela en el armario desde hacía un tiempo y tenía que usarlas... Así que, me senté frente al ordenador, introduje en google "Postres con canela" y me puse a navegar por la red. Tras un rato navegando me topé con una receta que llamó mi atención porque ponía que tenía "un intenso sabor a canela"... Kulfi de canela.

El Kulfi es un postre muy popular en la India basado en un helado elaborado con leche hervida. Puede tener diferentes sabores, depende de con qué lo hayamos aromatizado. Se diferencia de los helados occidentales en que es mucho más dulce y tiene una textura más cremosa, por lo que tiene un aspecto más lechoso y denso.

Como quería utilizar la canela pero me parecía un poco "soso", miré el frutero y me encontré con unas naranjas. Canela + Naranja... Perfecto. ¿Y el recipiente?? Tenía unos moldes preciosos con forma de girasol muertos de la risa en el armario sin estrenar que me había regalado mi madre. Eran perfectos para este cometido. Y el resultado (pese a que pensé que fracasaría en mi primer intento) fue muy bueno.

La receta lleva su tiempo (unas dos horas y media o tres entre todo) y bastante dedicación, así que si os vais a poner con ella os recomiendo que lo hagáis un día que valláis a estar en casa... como toda la tarde. Aquí os la dejo:

Ingredientes:


  • 2 litros de leche entera
  • 2 ramas de canela
  • la corteza de una naranja grande, sin la parte blanca
  • 120 gr de azúcar
Al lío:

En un cazo o cazuela ponemos la leche junto con las ramas de canela y la corteza de naranja. Lo ponemos a fuego medio. A partir de ahora la dedicación a la cocción es total, ya que tiene que reducir a 1/3 parte de su total y hay que ir removiendo la leche para que no se pegue y quitando la nata que va saliendo. Este proceso dura, aproximadamente, dos horas, aunque también depende del fuego, por lo que os podría llevar incluso más tiempo. La finalidad es que reduzca a 1/3 parte, sin importar tanto el tiempo que nos lleve hacerlo.

Una vez haya reducido, retiramos del fuego, dejamos reposar un par de minutos y colamos para quitar las ramas de canela y las cortezas, además de la nata que haya podido quedarle a la leche. Añadimos el azúcar y removemos bien hasta su completa disolución. Dejamos que se temple.

En un recipiente echamos toda la leche y la metemos al congelador. A la hora  o hora y media lo sacamos y, con unas varillas, removemos de manera enérgica durante tres o cuatro minutos. Y volvemos a meterlo al congelador.

Tras otra hora, lo volvemos a sacar y volvemos a remover con las varillas. Este proceso se hace para que quede la consistencia cremosa y no se forme un cubito de hielo de leche. Metemos al congelador de nuevo. Podemos hacerlo una tercera vez si queremos.

Tras toda la noche en el congelador (mínimo 12 horas, aunque yo lo dejaría más), tendremos nuestro Kulfi listo. Para desmoldarlo yo lo dejo un rato fuera del congelador (como unos 15 minutos), pero podéis pasarlo bajo el agua caliente para que se suelte un poco del molde. Lo ponéis en un plato, espolvoreáis un poco de canela en polvo por encima y... voilà! Ya tenéis vuestro helado Kulfi listo para degustar!




¿Qué os parece? No es difícil de hacer pero si que necesita mucha dedicación, aunque el resultado es tan bueno que merece la pena... ¿De qué lo haríais vosotros? 

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domingo, 15 de enero de 2012

Tarde de Fútbol: Tortitas Americanas

Al canturreo de "tortitas, tortitas..." me he despertado hoy. Eso me pasa por prometerle a Arka unas tortitas para desayunar el domingo. Así que me he levantado, he encendido el ordenador y he entrado al blog Con un poquito de Azúcar, donde Anabel tiene una fantástica receta de tortitas americanas que tenía pendiente de probar. Así que, tras copiar detenidamente la receta en un papel, me he metido en la cocina y me he puesto manos a la obra.

Bueno, yo había prometido las tortitas para el desayuno, pero cuando te levantas de la cama a las 3 y media de la tarde, tras una noche de trabajo y unas copas con los amigos, más bien se convierte en un almuerzo tardío o en una merienda temprana. El caso es que, como soy una mujer de palabra, he complacido a mi niño y le he preparado las tortitas. Vamos con la receta:

Ingredientes:

  •  200 gr de harina tamizada
  •  3 cucharadas soperas de azúcar
  •  4 huevos grandes, las yemas y las claras separadas
  •  250 ml de nata líquida para cocinar
  •  30 gr de mantequilla o margarina, derretida
  •  una pizca de sal
  •  margarina para engrasar la sartén

Al lío:

Primeramente pesamos todos los ingredientes. Recordad que siempre digo que es bueno tener todos los ingredientes ya pesados y en diferentes recipientes para que, una vez os pongáis con la receta, no se os olvide nada (si no os pasa como a mi esta mañana/tarde que he dado más vueltas que un tonto por no hacerlo, con lo que he tardado mucho más).

En un bol grande echamos la harina tamizada, el azúcar y la sal y hacemos un hueco en el medio. Ahí echamos las yemas, la mantequilla o margarina derretida y la nata, y mezclamos bien hasta conseguir una masa uniforme.

Por otro lado, montamos las claras a punto de nieve y, cuando las tengamos, las añadimos a la masa que ya tenemos, integrándolo todo bien. Veréis como la masa se vuelve más manejable.

Usaremos una sartén anti-adherente. Es muy importante que lo sea si no queréis sacar unas tortitas revueltas, ya que la masa es de las que se agarra bien a las malas sartenes.  La ponemos al fuego y la dejamos calentar. Cuando esté caliente bajamos el fuego y lo colocamos al medio, así no se os quemarán. Engrasamos un poquito la sartén (yo he utilizado un pincel como bien apunta Anabel en su receta, pero si no tenéis podéis manchar la parte trasera de una cuchara y pasarla por la sartén) y, con un cazo, añadís la masa. tras 1 minuto más o menos, las dais la vuelta con una espátula. Otro minuto más menos y al plato.



¿A que tienen buena pinta?? Pues las podéis acompañar con chocolate (como nosotros), con nata, dulce de leche, mermelada... La combinación de sabores es tan larga como nos alcance la imaginación!!  Además de las tortitas, nos hemos tomado un rico café con leche y canela y nos hemos sentado a ver el partido del Athletic de Bilbao, del cual hemos disfrutado mucho (casi tanto como de las tortitas!). Además, hemos ganado 3-0 al Levante!! Vamos, un gran día!!

Desde aquí agradecer a Anabel su receta, que es sencillamente maravillosa! Ya estoy deseando que llegue el domingo que viene para hacer otra tarda!! Aunque esta vez dividiré los ingredientes a la mitad porque han salido muchísimas y, para solo dos personas, es mucha cantidad! Además llenan muchísimo...

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jueves, 12 de enero de 2012

Blue&Blues: Receta de galletas Mantequilla&Vainilla

Ayer tenía un día de lo más malo, los cuales ultimamente me persiguen... Pero en vez de desanimarme decidí plantarle cara y ponerme a trastear en la cocina. Tenía la necesidad de hacer algo y, como tenía una receta de galletas en el tocho azul, decidí probarla. Hablaré mucho de este tocho, es donde tengo todas mis recetas en las que, una vez hechas, hago anotaciones para futuras preparaciones... Os recomiendo tener algo así ya que, como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo y a cada cual le va bien una forma de hacer las cosas... Yo me guio mucho por los blogs, pero las recetas no siempre me salen igual que a quien se la he "copiado" y siempre acabo adaptándola a mi manera de trabajar o a los ingredientes que dispongo en ese momento. Así que todas las correcciones que hago en el tocho azul hacen que la receta acabe siendo un poquito mía... Pero en el caso de la receta de galletas que tenía pendiente en el tocho azul apenas he hecho modificaciones porque es practicamente perfecta y salen unas galletas maravillosas que huelen de maravilla. ¿A quién le he robado la receta esta vez? Pues a las chicas de Mensaje en una Galleta, las cuales hacen unas galletas fantásticas y me sirven de inspiración para mis intentos/suicidios reposteros. Os recomiendo que os paseis por su blog y las hagáis una visita, seguro que no os defraudan porque hacen un trabajo alucinante.

Antes de nada deciros que he tenido la maravillosa ayuda de Arkaitz, que siempre está ahí para ayudarme, asesorarme (es cocinero/pastelero) y darme ánimos pese a poner la cocina hecha una pocilga día sí y día también (y parte de la sala, porque nuestra cocina es de pin y pon y necesitamos la mesa grande de la sala/comedor para trabajar cómodos). Gracias por estar siempre ahí, aguantando todas las aventuras en las que me meto y manteniendo el tipo como un señor. Eres lo mejor que me ha podido pasar (le quiero mucho, ¿Se nota?)

Bueno, a lo que íbamos, que me convierto en persiana por momentos. Receta de galletas de Mantequilla&Vainilla, sí. Decir que os voy a poner las cantidades que YO he utilizado para hacer la receta, pero con algunas anotaciones (muchas provenientes de Mensaje en una Galleta):

Ingredientes:

  • 150 gr de azúcar glas. Las galletas quedan poco dulces con esta cantidad porque yo las voy a glasear después. Si no quereis glasearlas podeis añadirle unos 30 o 35 gr más de azúcar glas para darles mas dulzor, aunque así quedan muy ricas también aunque no lleven nada.
  • 400 gr de harina de repostería. Recordad que la harina hay que tamizarla para que quede fina y se integre mejor con el resto de ingredientes. Además así os libraréis de sorpresas desagradables como "bolas" de harina y grumitos indeseados.
  • 225 gr de mantequilla a temperatura ambiente. En el super verden barras de 250gr a las que tendréis que quitarles un trocito. La receta no queda bien si se le echa la barra completa.
  • 1 huevo mediano. Procurad que el huevo también esté a temperatura ambiente. Recordad sacarlo de la nevera un rato antes de poneros a hacer las galletas. Si los ingredientes están todos a temperatura ambiente todo saldrá como tiene que salir...
  • 1/2 cucharadita de sal, de las de café del desayuno de toda la vida, o incluso un pelín más.
  • 1 cucharadita, de las de antes, de extracto de vainilla. Lo podéis encontrar en el super en la sección de repostería, suelen tener en todos los supermecados medianamente grandes.


Os recomiendo que peséis todos los ingredientes antes de poneros a hacer nada y los tengáis bien separaditos en sus respectivos cuencos. Es muy cómodo y, aunque se ensucia un pelín más, tardaréis menos en preparlo todo y no se os olvidará nada...

Al lio:

Mezclamos en un bol la mantequilla (a temperatura ambiente), el azúcar y la sal y lo mezclamos todo bien hasta que quede una pasta homogenea. Yo he colocado debajo del bol un recipiente con agua caliente tipo baño maría para ayudarme en la tarea, pero solo un poco porque no buscamos deshacer la mantequilla si no integrarla al resto de los ingredientes.

Una vez tenemos la mezcla añadimos el huevo y el extracto de vainilla y volvemos a mezclar. Quizá os dé la sensación de que se corta al echarle el extracto, pero si lo mezcláis bien se convertirá en una masa homogenea.

A partir de aquí yo trabajo con las manos, es más fácil aunque también algo más sucio y, sin ayuda de otro, un poco más engorroso. Empezamos echando aproximadamente una tercera parte de la harina tamizada a la mezcla que tenemos y mezclamos bien hasta que se integre totalmente. Procedemos con otra tercera parte y seguimos mezclando hasta integrar por completo. Y finalmente la tercera parte que nos queda y amasamos bien. Nos tiene que quedar una masa uniforme y no demasiado pegajosa, es decir, no se nos tiene que pegotear demasiado en las manos. Una vez tengais esto, filmais el bol donde tenéis la mezcla y lo metéis a la nevera al menos una hora, para que se forme y repose.

Ahora solo queda el amasado y cortado de las galletas. Enharinar la superficie donde valláis a trabajar y amasad bien la masa para que se pueda trabajar con ella. Estiráis y cortáis las galletas y las colocáis en la bandeja del horno que previamente habréis cubierto con papel de horno o albal.

Ahora el truco de las chicas de Mensaje en una galleta, que me ha parecido fantástico y que os lo recomiendo si queréis tener unas galletas claritas pero crujientes, sin que se doren. Sobre todo para las galletas de colores viene muy bien porque así no pierden el color.


Horno a 200 grados y, un poquito antes de meter la bandeja al horno, bajamos a 190 grados. He olvidado deciros que las galletas las tenéis que hornear separadas unas de otras, dejando un espacio bueno (tampoco os paséis, fijaos en la foto de arriba) entre una galleta y otra y sin poner ninguna muy cerca de los bordes de la bandeja. Es preferible que hagáis más hornadas a que se os chafen las galletas... A lo que iba, metemos las galletas en el horno durante 7 minutos y sacamos. Aun estarán crudas pero lo suficientemente hechas como para poder sacarlas de la placa sin romperlas. Eso sí, sacarlas con cuidado si necesitáis la placa para seguir horneando más galletas. Una vez tengáis todas las galletas horneadas durante 7 minutos, apagáis el horno y esperáis un poco. Ahora ya sí, podéis meter las galletas más juntas en la misma bandeja y, con el horno apagado, metemos las galletas para que se terminen de hacer aproximadamente 20 minutos. A veces hay que dejarlas un poco más, dependiendo de lo grandes que sean las galletas. Así os saldrán las galletas sin tostar, pero muy crujientes... Quedan fantásticas!!


Espero que disfrutéis de esta receta de galletas, por casa ya están pidiendo más... La verdad es que son unas galletas muy aromáticas y están muy buenas. Ya me contaréis qué os parece!!

Gracias y un besito grande a todos!! No olvidéis pasaros por mi perfil en facebook, Un gato en mi cocina en Facebook

miércoles, 11 de enero de 2012

Un sentimiento...

Antes de nada, Bienvenidos!!! Ongi Etorri!!  Aquí comienza la andadura de "Un Gato en mi Cocina", donde encontrareis mis "locuras cocineras y reposteras", además de datos curiosos sobre la cocina y la repostería y lugares especiales que iremos descubriendo poco a poco relacionados con la gastronomía.

Un sentimiento... Ayer iba en coche por Bilbao con Arkaitz (mi marido) e intentábamos encontrar aparcamiento a las seis y media de la tarde un martes en plena campaña de rebajas... Ya os lo imagináis, una locura. El caso es que, parados en un semáforo, Arka me pregunta: "¿Ese de detrás no es Muniain?". Y yo, curiosa por naturaleza, me giro y, efectivamente, me deslumbran los faros del coche del señor Iker Muniain, jugador del Athletic de Bilbao. Total que, para variar,  acabamos hablando del Athletic y del partido que este jugará hoy contra el Albacete.

Tras un café y una cerveza en un lugar que más adelante os desvelaré, volví a casa decidida a acabar con las galletas que tenía hechas (con la maravillosa ayuda de mi querida madre, menos mal que estaba...). Para terminarlas quería añadirles un glaseado pero no sabía que motivo hacer... Hasta que me llegó la luz!! Athletic!! Que mejor manera de inaugurar mi nuevo blog que homenajear a mi querido equipo... Así que me puse a ello... Y he aquí el resultado:

Antes de nada deciros que era la primera vez que utilizaba Glasa Real y que, por su consistencia, no es tan fácil usarla...
En principio yo utilicé una glasa ya preparada, de la marca Fun Cakes, a la que solo hay que añadirle la cantidad de agua necesaria (muy poquita) y los colorantes que se deseen. Yo la compré en una cafetería (por definirla de alguna manera) de Bilbao, pero en Internet se puede encontrar en algunas tiendas online, como por ejemplo DeCake, donde además teneis un video donde os explica como preparar la glasa. También existen en internet muchas recetas para realizar glasa en casa, pero algunos de los ingredientes que lleva no son fáciles de encontrar. Os dejo el enlace de la receta de glasa real que realizan las chicas de Mensaje en una Galleta, aquí, donde también os explican muy bien lo que son la albúmina y el polvo de merengue, esos dos ingredientes tan complicados de conseguir.
En la siguiente entrada pondré un paso a paso de la receta de las galletas de mantequilla, ya que esta receta la tuve que salvar por el camino porque estaba muy baja de harina y no fue nada fácil de trabajar, aunque al final las galletas quedaron bastante bien, pero no todo lo bien que me gustaría...

Y poco más tengo que contaros hoy. Para ser una primera entrada de blog no está del todo mal, ¿verdad? Espero ir haciéndolo mejor según vallamos avanzando en esto. Os agradezco mucho todo el apoyo que me habéis dado para abrir esta pequeña locura y espero actualizarlo lo más a menudo que pueda. Pero ya sabéis que sin vosotros esto no sería posible así que no os olvidéis de dejar vuestros comentarios, los cuales alimentan los blogs y hacen que sigamos escribiendo. Un dulce abrazo a todos y nos vemos en la próxima entrada. ;)  Aupa Athletic!!